viernes, 25 de abril de 2014

PAPÁ, MAMÁ, ¿HABÉIS SIDO NIÑOS?

Me encanta observar a los niños y a los padres cuando salgo fuera de mis lugares habituales. Observándolos aprendo. Cuando estoy en la calle me hago preguntas a mí misma y observo cómo me siento según qué situaciones.

En mi poquito tiempo asesorando a padres me doy cuenta que normalmente dicen que toda la culpa la tienen los hijos, que no hacen caso, que no saben obedecer y que deben tener más disciplina.

Y ahí es donde voy hoy con este post. ¿Has sido niño, papá? ¿Has sido niña, mamá?

Seguro que nunca lloraste, que nunca rompiste un vaso, que recogías todo, que hacías caso a la primera, que eras la niña o el niño más bueno del mundo, siempre estabas quieto, no te subías a los árboles, no cruzabas sola la calle...Ejem, Ejem.

Una de las cosas que nos afecta de la sociedad es que los padres muchas veces nos olvidamos que somos personas y simplemente por la disciplina, nos olvidamos que fuimos niños y la utilizamos para enmascarar nuestra escasez de herramientas como padres y decimos que es para que el niño se haga fuerte y aprenda lo que es la vida.

Y lo mejor, ¿sabes que llevas a tu niño interior contigo a todas partes? Ese niño interior que te bloquea cuando oyes gritar o llorar a tu hijo. ¿Te has planteado que podría ser porque quizás tu niño interior se siente amenazado porque no fue acompañado mientras lloraba? ¿Quizás porque fue educado a gritos y castigos tiendes a hacer lo mismo con tus hijos? ¿Tal vez todo esto que te remueve por dentro y sale de una manera poco respetuosa hacia fuera sea para salvar a ese niño que un día fuiste?

Quizás, quizás... (sólo tú lo sabes;)

Una de las herramientas que utilizo cuando me siento enfadada por algo que veo en mis hijas es preguntarme:¿Qué te pasa Meri?, ¿Qué necesitas?, ¿A qué te recuerda esta situación? Antes de salir el enfado hay una emoción primaria que puede ser por múltiples motivos: vergüenza a que se levanten de la mesa en un restaurante; miedo a que se suban al árbol por si se caen o rabia porque te recuerda a algo que tú no podrías hacer... Así, preguntándomelo a mí misma, llego habitualmente a las respuestas que busco. Y de este modo se lo puedo transmitir a mis hijas de otra forma distinta, sin que la ira haga que me las coma de un bocado.


Así que piensa que también fuiste niño y reflexiona sobre lo qué sentías cuando te gritaban, te dejaban solo, te pegaban,
te amenazaban, o no te dejaban saltar en los charcos!!

Deja volar a tu niño interior, sueña despierto con tus hijos, comparte tus sentimientos porque el amor va en una dirección...

No amas a alguien deseando que cambie para que se ajuste a tus deseos. Amas, sin más.

Dile cada día a tu niño interior: Te amo, te perdono, gracias por ser como eres, estoy aquí contigo. Y si quieres, luego me lo cuentas ;)

Un gran abrazo,

Meritxell

2 comentarios:

  1. Ayer tuve un momento de estos de los que hablas... laia de estaba preparando un vaso de leche,como cada noche, y al ir a dejar el tetrabrik dentro de la nevera se le resbaló y cayó por encima de la cabeza y el suelo toda la leche!!! Pensé menudo desastre y estuve a punto de pegarle un grito... pero la miré de pies a cabeza con la cara que ponía, la leche goteando por el pelo...y en vez de eso nos pusimos a reír como locas, fue un gran momento!!! Acabó llena de leche y meada de arriba a bajo pero con las risas me ayudó a recoger y fue ella misma la que se metió en la ducha... me recordó a mi, lo patosa que era de pequeña y lo que me reñian y pensé : "no quiero que ella se sienta frustrada como a mi me pasaba... " asi que creo que al final lo hice bien y pasamos un buen rato... :)

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    1. Oooo! Gracias Mallim por compartir tu experiencia, porque realmente supiste ponerte en su lugar y la elección que hiciste de no volcar tu frustación en ella. Linda mamá! Besitos!

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